sábado, 27 de diciembre de 2008

Sala de proyecciones: Ultimátum a la Tierra

Saludos cosmonautas,

Aquellos que ya lleven un tiempo explorando la Arcadia habrán descubierto ya nuestra sala de proyecciones. Un espacio en el que proyectaremos películas/series/videos y tantas otras cosas en formato audiovisual, y al que nuestro querido Urías es un habitual.

Después de dejar nuestra querida tierra, hemos visto como algo muy apropiado estrenar el espacio con una película que encaja en muchos sentidos con algunas de las ídeas que corren por la Arcadia, y que es un remake del clásico de la ciencia ficción americana"Ultimátum a la Tierra" de 1951, que ahora protagoniza Keanu Reeves y la sex-symbol de muchos jovencitos y adolescentes de los 80 y principios de los 90, Jennifer Connelly.

Urías nos ha advertido que en absoluto estamos ante una gran película ni por asomo, si no mas bien una simplona actualización del clásico, que cambia la preocupación por las armas nucleares del original, por el de la preservación del planeta. Es una película entretenida, no hay mucho lugar al aburrimiento, pero tampoco para maravillarse (aparte de la escena del gigantesco Gort) y sin duda alguna sobra el ya sobado tema de las famílias no convencionales y sus problemas de conviviencia que tienen que enfrentarse a una amenaza mayor (véase otro remake de los clásicos de la ciencia ficción, "La Guerra de los Mundos" de Spielberg y el cienciólogo Cruise)... pero además, como en el original, viene con mensaje.


La verdad es que uno ya empieza a hartarse de tanto film americano con discursito ecologista, que además se intenta vender de mil maneras y con mil piruetas para que parezca la gran revelación (véase el fracaso de "El Incidente" del otrora brillante Shyamalan), pero Urías nos asegura que en este remake se va al grano, se da el mensaje que hay que dar sin intentar ir de trascendente, "y no le den más vueltas... o la acabarán palmando" (Keanu Reeves dixit... más o menos).
Otro de los detalles que le gustaron a Urías fue precisamente que la película da un toque de atención al gobierno americano, que en lugar de convertirse aquí en el salvador del universo, por su prepotencia acaba precipitando los acontecimientos, cayéndose de culo sobre el botón de la cuenta atrás. Bonito detalle, ya era hora.

Finalmente, un servidor ha querido destacar una de las ideas principales del film, que no es otra que la necesidad de cambio, del cambio profundo, y que en los humanos es costumbre que llegue in extremis... aunque aquí quizás es demasiado optimista la película, y es que hemos visto que en muchas ocasiones cuando se llega, ya es tarde. ¿Servirá de algo la película? No. Pero se agradece el intento.

Trailer 2008


Trailer 1951

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Japón: ¿el apocalíptico futuro?

Saludos cosmonautas,

Como ya anunciamos, nuestro viaje no tiene un plan de ruta muy establecido, pero sí algunas paradas obligadas. De hecho, es por expreso deseo de Urías que con cierta asiduidad hagamos paradas en cierto rincón del globo terráqueo. Las coordenadas son las siguientes: 35° 41’ N 139° 46’ E. Exacto, se trata de Japón.

Urías me ha contado en múltiples ocasiones el porqué de esa fijación respecto a ese aún misterioso país. Pero lo cierto es que ni siquiera después de varios años de interés devoto, de visitas, de estudios, y de blogs consumidos, aún le cuesta dar una respuesta sencilla.

Su hipótesis de trabajo actual es que Japón es para los occidentales lo más parecido a un viaje al futuro. Y no lo dice solo por el avance tecnológico de sobra conocido, si no también por sus prácticas consumistas, sus problemas sociales e incluso su particular visión del futuro (mientras nosotros lo imaginamos, ellos intentan vivirlo).
Pero ahí no acaba todo, para Urías no se trata solo de lo modernos y avanzados que pueden ser los japoneses. Si algo hay que define precisamente ese país es una magnífica dualidad, en la que lo nuevo y lo antiguo se mezclan para crear un paisaje curioso, sobretodo para aquellos más acostumbrados a desechar todo lo que se considere ya viejo. ¿Cómo es posible llegar a ese equilibrio? ¿Qué lo hace posible? Intentaremos averiguarlo durante nuestra travesía a bordo de la Arcadia.

Es por todo esto que Urías, piensa que es muy interesante que fijemos nuestra mirada en el país nipón; no solo para aprender de sus virtudes (de las que pronto hablaremos), si no también para ver lo que están haciendo mal y podamos aprender también de sus errores (de los que también haremos mención).

Aquellos que dispongan de unos minutos, y quieran empezar a descubrir Japón, el siguiente vídeo hecho para apoyar la candidatura de Tokyo a los Juegos Olímpicos del 2016, da una buena muestra de ese equilibrio entre lo nuevo y lo viejo:

Future's Set To Tokyo

martes, 23 de diciembre de 2008

Hilo musical de la Arcadia: SILVERCHAIR

Saludos cosmonautas,

Como se pueden dar cuenta por nuestro post de despegue, en la Arcadia damos mucha importancia al hilo musical de nuestra nave, y eso es algo en lo que Urías ha insistido mucho, ya que él es incapaz de imaginarse navegando (sea por el espacio sideral o el espacio internauta) sin acompañar su viaje de algunos acordes más o menos bien puestos por aquí y por allá.

Urías es un chico caprichoso, y aunque le tenemos tomadas las medidas en cuanto a gusto musical, siempre puede sorprendernos con una magnífica afinación y alguna que otra salida de tono.

Ha querido empezar su viaje, nuestro viaje, con una de esas bandas que le ha acompañado durante años. Se trata de Silverchair, una banda australiana que ya en el 1994 sorprendió a todo un país con un Single, "Tomorrow", y que convirtió a sus jovencísimos miembros en las mayores promesas del Rock australiano.

Siendo primero los niños prodigio del Grunge de la época (influencias de Nirvana, Pearl Jam, etc.), y hasta llegar a un Pop-Rock-a-veces-suave-a-veces-duro con tintes "beatlescos", la carrera de Silverchair ha sido la de una evolución constante. No hay dos discos iguales, pero todos tienen algo que les une. De hecho, la susodicha evolución parece incluso que estuviera planeada de antemano. Fue en "Diorama", su cuarto álbum donde Silverchair llegaron seguramente a la cúspide de esa evolución, donde desplegaron toda una cosmogonía que se había ido forjando a través de los años, y lo hicieron con un disco que, a pesar de no tener el éxito esperado, sí refleja todo el genio que hay dentro de este trío de músicos australianos.

Algunos pensarán que desde su primer y Grunge-influenciado disco "Frogstomp", o incluso su salto a la fama con "Freak Show", todo lo demás ya es la decadencia típica y tópica de las estrellas rockeras cuando se van haciendo mayorcitos y se venden a sonidos más amables... pero solo recordad que Daniel Johns, el carismático líder de la banda, ni siquiera ha llegado a la treintena, y por muy precoces y aventajados que sean, ¿no sería un poco pronto para hablar de decadencia?

Para Urías, Silverchair son uno de esos grupos a los que hay que poner atención, ya que son lo suficientemente valientes como para no amilanarse a la hora de provar cosas diferentes o de ir un poco más allá, consiguiendo así que cada disco tenga personalidad propia.

A continuación dos vídeos seleccionados de su primer y último disco respectivamente, que muestran esa casi increíble evolución, si alguien quiere saber qué ha pasado entre un y otro vídeo, solo tiene que asomarse a YouTube e indagar un poco más:

Silverchair "Tomorrow" del Single "Tomorrow" (1994)


Silverchair "If you keep loosing sleep" del álbum "Young Modern" (2007)

PASATIEMPOS DE VIAJE

Saludos cosmonautas,

Espero que se hayan instalado ya cómodamente en sus cámarotes y hayan empezado a explorar los rincones de la Arcadia. Lógicamente aún no habrán podido ver mucho, de hecho, apenas han visto nada, pero recuerden que este es un viaje largo, y ni siquiera tenemos una duración estimada, así que tienen todo el tiempo del mundo para empezar a descubrir nuestra nave.

Nuestro querido Urías, a pesar de su juventud, es un pasajero veterano de la Arcadia, pero aún le queda mucho por ver. Uno de sus descubrimientos a bordo de la nave ha sido el tiempo libre. Y es que, a pesar de la existencia de algunas pocas obligaciones como pasajero de la Arcadia, uno se encuentra que la mayor parte del tiempo, mientras vagamos por el espacio, no hay nada que hacer.

Para algunos, el tiempo libre es como una maldición, no saben qué hacer con él. El trabajo ha conseguido eclipsar cualquier otro aspecto de su vida diaria. En realidad, desde hace ya varios siglos, el llamado "ocio" se ha visto sometido a una campaña de desprestigio por parte de varios personajes que le veían más gracia al neg-ocio (la negación del ocio) que a la libertad que da poder disponer del tiempo como a uno le plazca. Así pues, ya desde Maquiavelo, Lutero, hasta los protestantes americanos como Benjamin Franklin, se han ido acuñando frases como "la ociosidad, como el moho, desgasta mucho más rápidamente que el trabajo" o "el tiempo es oro", y la terrorífica "el trabajo dignifica" que han entrado a formar parte de los valores de la sociedad occidental dejándola tocada casi de muerte (muerte cerebral, se entiende).

Pensadores griegos como Aristóteles eran de la opinión que el ocio era precisamente lo que conducía a las personas al cultivo personal, y por lo tanto a la excelencia. Y que el trabajo no hacía más que degradar a la inteligencia. Es por ello que aquí, en la Arcadia, nos tomamos muy en serio el tema del ocio. Y es que creemos que, no solo es el ocio parte de lo que somos, si no que también es el camino que tenemos para forjarnos y descubrirnos.
De hecho, el orígen de la palabra ocio en griego dió pie a la palabra latina para escuela, y así es como lo vemos nosotros.

Algunos dirán que el propia capitalismo ha devuelto al ocio la importancia que había perdido. Pero la verdad es que todo esto son paparruchas, ya que detrás de este nuevo culto al ocio se esconden las mismas ideas del neg-ocio, y que nos han llevado a la paradoja del tener que trabajar cada vez más para poder disfrutar del ocio...

Desde la Arcadia reivindicamos volver a las ideas de los clásicos griegos al respecto. Sabemos que ellos lo tenían más fácil ya que disponían de esclavos (y en realidad la cosa no ha cambiado tanto), pero desde aquí proponemos aplicar la imaginación de Isaac Asimov y la técnica del pueblo nipón, para que los humanos podamos dejar en manos de robots las arduas tareas que no hacen más que espongificar nuestro cerebro.

Así es como lo hacemos en la Arcadia, y por eso encontraréis en nuestra nave un montón de oportunidades para educar vuestras mentes (cada uno a su propia manera) y para descubrir nuevas formas de disfrutar de vuestro tiempo libre.

Para más información respecto a la evolución del ocio, e aquí dos tratados interesantes:

La sociedad capitalista como negación del ocio (Simón Royo Hernández)
Del ocio al neg-ocio... y otra vez al ocio (Gaspar Rul·lán Boades)

lunes, 22 de diciembre de 2008

DESPEGANDO

Saludos cosmonautas,

Los motores de la nave están ya al 100%, ¿preparados para iniciar el viaje?

Como podrán comprovar a lo largo de nuestra travesía, nuestro querido Urías es un auténtico melómano, y aunque él prefiere pensar sobre si mismo que es un simple aficionado a escuchar sonidos con cierta harmonía (e incluso en ocasiones con algo de cacofonía), nosotros estamos bien contentos con su gusto musical, y por ello hemos elegido una pieza de la que él ha disfrutado en múltiples ocasiones, para iniciar nuestro despegue:



La canción és "Set your controls" de Star One, los créditos del vídeo habrán de preguntarlo al posteador en YouTube.

COMIENZA EL VIAJE

Saludos cosmonautas, les habla El Capitán:

estamos a punto de iniciar un vuelo interestelar que nos va a llevar hasta los confines de las galaxias conocidas, y con suerte, hasta aquellas que aún están por conocer.
Nuestra nave se llama Arcadia, es un buque preparado para el vuelo en el espacio, pero también para surcar ignotos mares llenos de ignorancia, las prudentes pero agitadas aguas de la sapiencia, y también los pantanosos parajes de la mente humana.

Este nuestro viaje no tendría sentido de no ser por el más ilustre pasajero de la Arcadia. Se trata del joven Urías, un chico un tanto tímido al que no le gusta levantar la voz por encima de la de los demás. Pero ya que nuestro viaje es en realidad, su viaje, y muchos no nos perdonarían que su gloria y miseria se perdieran en el limbo, haciendo gala de un atrevimiento casi impertinente nos tomaremos la libertad de narrar las peripecias de Urías a bordo de la Arcadia.

A pesar de nuestro plan de ruta, sabemos que cualquier viaje por el infinito universo acaba siendo imprevisible, y difícilmente podemos asegurarles a nuestros pasajeros a donde nos llevará nuestra querida Arcadia. Pero no se preocupen, les podemos garantizar que todas nuestras paradas, escalas y demás, tienen su atractivo y también su propósito, aunque esto ya esté en manos de la diosa fortuna y no en las del humilde capitán que les habla.

Les invito pues a que se pongan cómodos en nuestra Arcadia. No hacen falta cinturones de seguridad (de hecho, están prohibidos), y tampoco van a necesitar sus pesadas maletas, lo mejor es olvidarse de lo que han hecho y visto hasta ahora, y dejarse llevar por el devenir. Les prometo que será interesante.

Pero antes de levar anclas, déjenme que les cite un manifiesto que dejó para la posteridad un viejo amigo, y el cual nos apropiamos para bautizar nuestra nave y guiar nuestro cometido:

"Vago por los confines del espacio...
Me llaman El Capitán...
Viviré libre bajo la bandera de la calavera,
en este mar sin futuro,
hasta que las fuerzas me abandonen...
viviré libre bajo mi propia bandera..."